Unida inseparablemente a las celebraciones de Carnaval, existe en Villa del Prado una hermosa tradición llamada "la Merendilla". Sucede en Villa del Prado el hecho singular de que el sábado de Carnaval se celebra una semana después de lo habitual en el resto de lugares. Es algo también muy propio del pueblo, pero aúno no hemos logrado averiguar el porqué. Tras la fiesta del sábado de Carnaval, viene el domingo, el día siguiente, al que en Villa del Prado se denomina como "Domingo Gordo". En éste día, desde tiempo inmemorial, los niños y jóvenes del pueblo acudían junto a sus amigos a los montes cercanos al pueblo con cestas llenas de chorizos, panes y otros comestibles para merendar y comer entre el tomillo, las rocas las jaras y árboles, celebrando así la tradición de La Merendilla. Ésta costumbre afortunadamente ha perdurado hasta nuestros días, y con el tiempo, han ido añadiéndose nuevos tipos de comidas y aperitivos al tradicional embutido, se pasa el dia entero desde por la mañana en el campo y monte, e incluso los jóvenes cocinan en ocasiones los alimentos en parrillas, pero el espíritu es el mismo de siempre. La Merendilla es otra más de las tradiciones pradeñas que forman parte de nuestra tradición cultural. Para los más pequeños, que acuden por vez primera junto a su pandilla, todo un aprendizaje, aprendiendo a caminar, comer sus bocadillos y desenvolverse por sí mismos entre la naturaleza; y para los ya jóvenes y adolescentes, un dia de amistad y diversión. Una tradición enriquecida por el acercamiento al entorno natural del pueblo, y al conocimiento de nuestro medio.
Un grupo de jóvenes buscando un lugar para hacer La Merendilla, en la actualidad. |
Otras "merendillas"
Aparte de la mencionada tradición de La Merendilla, se sabe por documentos encontrados en el archivo municipal y parroquial, que en siglos anteriores, se organizaban también meriendas en días de Semana Santa y el Domingo de Resurrección. En éste caso, las personas que acudían al monte a merendar eran las mujeres y chicas jóvenes del pueblo, y la comida que solían degustar era la tradicional "Empanada del Resucitado", un típico alimento pradeño del que ya nos ocuparemos en un artículo dedicado a la gastronomía tradicional del pueblo.
Juan Durán
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