LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS

Día de Todos los Santos y el de los difuntos. Qué mejor que dedicar un día al año a las personas que ya no se encuentran en éste mundo, porque aquellos que nos acompañaron lo merecen, con éste día festivo en el que la mayoría de las personas acuden a los cementerios a llevar flores en homenaje a los fallecidos. Hay personas que dicen que llevando flores no se arregla nada, que donde hay que llevar el recuerdo es en el corazón, efectivamente no vamos a resucitar a nadie llevando flores, pero considero que además de llevar el recuerdo y el afecto dentro, es bueno llevar flores, continuar las tradiciones y adornar las tumbas, mirándolas no como algo triste o tenebroso, sino como verdaderos monumentos de piedra que resisten al tiempo. Todos vemos por pueblos y ciudades monumentos, estatuas a personas del pasado, a veces éstas estatuas sobre la propia tumba del homenajeado. También se puede perfectamente mirar las tumbas de nuestros familiares como monumentos dentro de un recinto, a los que vamos a llevar flores y con ello demostrar visualmente que les recordamos.

LA INVASION DEL HALLOWEEN

La noche del 31 de Octubre al 1 de Noviembre hemos podido ver a algunos grupos de niños por muchos lugares de España pidiendo creo que caramelos, disfrazados de monstruos, brujas y otros personajes de tipo "Terror", es decir, lo que en siglos pasados daba miedo a la gente, los personajes tradicionales del terror cinematográfico, que hoy en dia no dan miedo a nadie. Se trata de la celebración de la tradición norteamericana del "Halloween", que no sé lo que significa ésta palabra ni me voy a molestar en buscarlo. Ésta celebración se ha introducido en España desde hace muy pocos años, no llega ni a diez, y no es más que una excusa comercial para vender en éstas fechas productos "terroríficos" y disfraces, de paso inculcando a los niños celebrar una cosa que no se sabe qué es ni para qué sirve, que no tiene nada que ver con nuestras tradiciones, aparte de a la vez que surgen éstas modas, los jóvenes se van olvidando de las tradiciones de su propio pais, hasta el punto de que ya en los medios de comunicación se alientan totalmente éstas fiestas extranjeras y se habla del dia 1 como el "dia de halloween". ¿Por qué tenemos que celebrar una fiesta yanki? ¿por qué no entonces celebrar el dia de los muertos al estilo mejicano, haciendo calaveras de azúcar? ¿o por qué no al estilo búlgaro o lituano?

El colmo de la vergüenza es que en el año 2007, han introducido incluso actos vandálicos: al parecer ésa extraña tradición dice que, si no se da caramelos a los niños que piden, éstos arrojan huevos contra las fachadas de las casas, y éso es lo que ha pasado en Villa del Prado también; no ya si no se les da caramelos, sino simplemente si el inquilino de la casa estaba ausente. Señor director del colegio público de Villa del Prado: deje de permitir que sus maestros hagan disfrazarse a los niños en ésas fechas e incitarles a celebrar cosas que aparte de dinamitar la cultura española, éste año han acabado ensuciando gravemente y perjudicando a los vecinos. Excmo. ayuntamiento de Villa del Prado: a partir de ahora el día anterior a Todos los santos, no quedará más remedio que vigilar por la calle a los grupos de niños que piden, para requisarles los huevos y evitar que luego algunos no tengan que estar acordándose de la madre de otros mientras frotan casi inutilmente los ladrillos de la fachada para quitar la dura y persistente yema de huevo.

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En España hay (había) muchas y muy buenas tradiciones que se pierden año tras año, sobre todo desde el abandono de muchos pueblos a partir de los años 60, y los españoles jovenes de hoy están perdiendo la mayoría de su herencia cultural de una forma bochornosa. No vamos a profundizar en éste tema socio-antropológico porque sería demasiado extenso. No estoy en contra de que quien quiera encienda una calabaza con vela, allá él si sabe por qué lo hace, pero lo más triste es que muchos copien éstas cosas y luego olviden sus raices y su cultura dentro de su propio pais. Una cosa es que a uno le guste la música norteamericana, como por ejemplo a mí; o sean bienvenidos sus adelantos técnicos y sus aportes positivos; todo eso está muy bien, pero celebrar en España sus ritos y tradiciones es algo que no tiene ni pies ni cabeza.

¿Por qué vestirse precisamente la noche de los muertos con trajes de cosas tétricas y cadavéricas? ¿por qué de momias, monstruos y brujas? Y a la típica bruja antigua, acompañan hoy nuevos monstruos, verdaderamente horteras, sacados de las últimas películas de hollywood. Así lo único que se hace es dar un aire cadavérico, morboso, putrefacto y mohoso al dia de los Santos, y convertir a esos santos en meros huesos, en esqueletos andantes , en seres de terror; y nuestros antepasados, nuestros familiares fallecidos no son nada de terror, ni monstruos ni brujas putrefactas. ¿No es mucho mejor nuestra tradición española de llevar flores de colores y alegrar esos pequeños monumentos construídos sobre su tumba? ¿No es mucho mejor nuestra Fe y tradición que dice que ellos están en un lugar mucho mejor viendonos y alegrandose de que llevemos flores a ésos lugares en homenaje suyo?

El día de Los Santos es, en España, el día de la esperanza, del diálogo interior con el alma de los fallecidos, del homenaje y del amor a ellos. Y ellos no son "Zombis" ni "momias del terror", sino seres humanos cuyo cuerpo yace en el cementerio y cuyo espíritu ha pasado a otra dimensión, pero que nos siguen queriendo cada día desde allí, y si nos esforzamos, quizá podamos apreciar pequeños detalles cada día de cómo ellos nos comunican a veces pequeñas cosas desde allá, de las que muchas veces no nos enteramos, pero que ahí están. Vestirse por tanto de cosas monstruosas, no es de buen gusto hacia los fallecidos; si lo quieren hacer en Estados Unidos, allá ellos y su mosaico de tradiciones artificiales, historias inventadas hace menos de 100 años, amalgamas artificiales y refritos de culturas de varios paises, etc.

Después de éste sermón, que no viene mal, porque simplemente he escrito lo que creo y lo que pienso, y creo que defender la cultura de mi pais no es nada malo, pasemos a lo que verdaderamente interesa en ésta página: es decir, las tradiciones de Villa del Prado:

LA TRADICIONAL Y ANTIGUA CELEBRACIÓN DEL DIA DE LOS SANTOS EN VILLA DEL PRADO

Antiguamente en Villa del Prado, las personas se preparaban para éste dia la noche del 31 al 1, subiendo el que quería al campanario de la torre y allí se ofrecían toques de campana por los familiares fallecidos. "Tres toques por mi difunta madre", decían los vecinos, y golpeaban la campana tirando de la cuerda tres veces. Paralelamente, la gente subía y comía cosas de cenar en la sala de campanas. Era típico comer cordero en ésta noche. También se hacía una pequeña hoguera en el campanario para combatir el frío. Posteriormente ésto desapareció y simplemente las campanas tocaban lentamente sin parar durante toda la noche, hasta llegar a los años 1970 en que se suspendió el toque nocturno.

Durante el día 1, el párroco del pueblo acudía al cementerio y rezaba responsos en cada tumba, una por una. Hoy en día sería algo demasiado largo, por lo cual se reza en general para todo el cementerio una sola vez. Durante éstos días permanece abierta la ermita de Santa Lucía, mostarndo su viejo arte interior a todo el que quiera visitarla.

LOS OTROS

No debemos olvidar que el cementerio de Villa del Prado no es el único lugar de enterramiento que hay en el pueblo. Todo el suelo interior de la iglesia y los bordes exteriores de la misma están llenos de sepulturas. Cuando en 1989 se hicieron los cimientos del muro de los pies de la iglesia salieron a la luz muchos difuntos enterrados, restos de ropa y ataudes, anillos monedas, etc. En la década de 1970 cuando se hizo la báscula de pesar camiones y carruajes bajo la torre pequeña, igualmente salieron huesos en el exterior, así como cuando se reformó la plaza en 1996 y se excavó junto a la torre y la fuente de los grifos. Cuando el suelo de la iglesia estaba lleno, a comienzos del siglo XIX se comenzó a enterrar difuntos en las ermitas del Cristo de la Sangre, Santa Lucía y San Lázaro. Concretamente ésta última, situada junto a la cartetera, frente al hostal "El Extremeño", se hundió hace unos cien años y hace unos 30 años aun quedaba visible su suelo, bajo el cual sigue habiendo gente enterrada, por lo cual sería conveniente vallar el perímetro que fue de aquella ermita y declararlo como cementerio, pues los frecuentes movimientos de tierra allí efectuados dejarían al descubierto los restos de tantos pradeños allí enterrados en el siglo XIX. Respecto a la ermita de Santa Lucía finalmente fue elegida para construír el actual cementerio hacia 1831. Respecto al interior de la iglesia, cada número de losa indica un enterramiento, que en el siglo XVIII se ordenó por tramos y secciones. Si pensamos que dentro de la iglesia se enterró gente desde el siglo XV al XVIII, el número de cuerpos allí contenidos debe ser de miles de pradeños, sepultados en las mismas zanjas constantemente recicladas al disolverse los cuerpos y mezclarse con la tierra. Ellos son nuestros antepasados y a quienes también debemos recordar aunque no les hayamos conocido.

Es totalmente falso que al abrirse el suelo de la iglesia en el año 2000 "no hubiese cementerio debajo, y que solo habia cascotes" como se dijo entonces. Para empezar, sólo se levantaron algunas pocas losas de la parte del altar para embutir algunos cables, y además seguramente no se excavó lo suficiente. Los cascotes serían simplemente la tierra de relleno de las sepulturas. Por otra parte sería disparatado pensar en que se sacaron de allí los miles de muertos allí enterrados desde el siglo XV al XVIII; desde luego no hay ningun parte o constancia en el archivo parroquial de una exhumacion tan brutal, aparte de que en 1989 al abrirse la parte de debajo del coro, en la que hubo que excavar bastantes metros, estaba repleta de esqueletos de niños y adultos. Si nos fijamos en el suelo, el cemento que hay entre las juntas de las losas es muy antiguo; el de siempre; lo cual indica que en el año 2000 no se levantó apenas nada del suelo, por lo cual, los pradeños podemos seguir manifestando nuestro respeto y recuerdo hacia nuestros familiares que desde hace siglos reposan allí.

Juan Durán