3/12/12

Monstruos en la iglesia de Villa del Prado


Muchas iglesias, sobre todo románicas de la mitad norte de España, nos sorprenden a menudo con detalles que se descubren en sus paredes, columnas, y elementos constructivos. Son esculturas que representan figuras monstruosas, o figuras grotescas en posturas raras y llamativas. En Palencia,  por ejemplo, podemos encontrar abundante iconografía de éste tipo, en la misma catedral de la ciudad, en San Martín de Frómista y en el monasterio de San Andrés del Arroyo. Algún que otro monstruo podemos también encontrar en Arenillas de San Pelayo, también en Palencia; y en Sotonera (Huesca). Ésto son solo unos poquísimos ejemplos, pues la lista de lugares donde encontrar éstas figuras, es muy larga. Hay bastantes estudios sobre éstos casos de arte sorprendente, que era habitual en la Edad Media y se fue disolviendo con el tiempo. De vez en cuando, los actuales medios de divulgación dedican algún reportaje a alguna de éstas iglesias y monasterios que contienen éstas "rarezas", que sobre todo se dan en la escultura, pero a veces también en la pintura mural de éstos edificios. En muchos casos, éstas figuras de lo grotesco y lo raro parecen hablarnos de que quizá en algunos aspectos, la Edad Media no fue tan oscura como se ha dicho, sino que quizá entonces había más "luz" y más conocimientos sobre algunas cosas mágicas y ancestrales, y que quizá se hablaba sin tapujos de cosas que luego quedaron sepultadas por velos posteriores. Ahora, para descubrirlo, el público interesado dispone de multitud de información sobre dónde poder conocer y visitar arte románico con éstas características. 

En Villa del Prado también tenemos nuestro patrimonio monstruoso. Para elaborar éste artículo he intentado buscar todo tipo de elementos artísticos que puedan reflejar monstruos y figuras extrañas en todo el patrimonio civil y religioso del pueblo, pero finalmente es en la iglesia parroquial donde únicamente hemos encontrado éstas estampas monstruosas. Y no son pocas. 
Fig.1

Fig.2
Nuestra iglesia no es románica; sino gótica, pero en el arte gótico los monstruos siguen estando presentes de otras maneras, sobre todo en las Gárgolas; figuras que representan a unos monstruos que protegen a la propia iglesia de las influencias malignas. Aparte de ello, las Gárgolas sirven de desague para los tejados y por su boca expulsan el agua de la lluvia que escurre por los altos del edificio. Las gárgolas de Villa del Prado (Fig 1 y 2) son como tantas otras del mundo gótico, con aspecto como de ave, reptil y dragón. En nuestro caso, de rasgos redondeados y amables, como podemos ver en las fotografías de éste artículo. Situadas en los laterales y esquinas de las dos puertas principales de la iglesia, parecen estar preparadas para echar a volar en cualquier momento, pero vigilan sin parar el edificio desde que fuera construido en el siglo XV.

Fig, 3
El siguiente monstruo que visitaremos en la iglesia de Villa del Prado está ya situado en su interior. (Fig. 3) Es una figura tallada en madera que nos muestra un palo o tronco sobre el que se enrolla una serpiente que en lo alto termina en una cabeza de mujer de aspecto humano, con el cuello adornado de hojas y frutas. Representa al mal, al diablo, a la serpiente de los textos bíblicos enrollada en el Árbol de la Ciencia. Es una escultura rara, inquietante, singular, por estar dedicada de forma individual al mencionado ser dentro de una iglesia. En la antigüedad se exponía en determinados cultos, y posteriormente quedó escondida y fuera de uso, hasta que fue recuperada y restaurada hacia el año 2000.

Fig. 4
Si andamos un poco por el interior de la iglesia, no tardaremos en encontrar otro ser monstruoso (Fig. 4), que en éste caso representa de nuevo al diablo, pero formando parte de una escultura mayor dedicada a San Miguel Arcángel. En la escultura o imagen, del siglo XVIII, vemos a San Miguel triunfante derrotando al demonio, cuyos rasgos son monstruosos, al igual que en multitud de imágenes de éste tipo que existen en el patrimonio artístico y religioso de numerosos lugares.

Fig. 5
Fig. 6
Si nos acercamos a los pies de la iglesia y alzamos un poco la vista, veremos que otros monstruos nos vigilan desde un lugar un poco más alto: la cornisa que hay sobre los tres arcos que sujetan el coro. Ésta cornisa se halla adornada en su parte inferior con unas conchas grandes, dentro de las cuales sobresalen unas inquietantes caras de rasgos monstruosos y caricaturescos. Una de ellas es simplemente una calavera puesta de lado, y otras son caras monstruosas con una especie de trompetillas que llevan puestas en los oídos. Muchas de ellas llevan la boca abierta en diferentes formas de expresión. ¿Representan un coro caricaturesco que canta? ¿Representan algún otro tipo de personajes? Éstos misteriosos observadores comenzaron a habitar la iglesia en el siglo XVI y comparten el lugar con otras muchas figuras que componen una decoración muy interesante.

Fig. 7
Fig. 8
Fig. 9
Fig. 10
Fig. 11

¿Hay más monstruos? Hay que alzar la cabeza totalmente para mirar al techo, o al "cielo" según se mire; y ver que dentro de la iglesia estamos resguardados por una enorme bandada de monstruos voladores, como murciélagos, que nos sobrevuelan desde hace siglos (Fig. 7 y 8). Son los dragones de la iglesia de Villa del Prado, pinturas del siglo XVI  que permanecieron largo tiempo dormidas bajo una capa de cal blanca y que fueron recuperadas tras una minuciosa restauración en el año 2000. Los fantásticos dragones de la iglesia representan la titánica lucha que cada persona ha de tener contra el mal; por eso, son amigos nuestros; y han vuelto con nosotros para alegrarnos la vista con su vuelo y presencia cada vez que entramos al lugar. Los hay delgados, de colores verdes y rojos; y gruesos y fuertes, de colores grises; éstos últimos, cuya fisonomía hace a veces creer que parecen jabalíes. Los grandes dragones, con sus lenguas puntiagudas y llamaradas que salen de sus bocas y sus afilados colmillos, mantienen a raya a otros monstruos más pequeños y temibles que veremos a continuación: los misteriosos monstruos que crecen en los puntos del techo donde los nervios de la bóveda se unen (Fig.9). Aquí aparecen las caras de los que sin duda son los monstruos más pavorosos e inquietantes (Fig.10) de toda la iglesia de Villa del Prado. Unos tienen apretados y amenazadores dientes y ojos intensamente fijos, como podemos ver en la figura ... Otro de ellos, de orejas puntiagudas y lengua burlona y mirada maliciosa, se halla en el centro del arco principal de la iglesia (Fig.11); pero tanto ésta como las anteriores caras de monstruo terrible se hallan rodeadas por los dragones, que luchan para protegernos de ellas; la lucha y el esfuerzo titánico contra el mal que deben hacer las personas a lo largo de su vida.

Terminada nuestra visita a los sorprendentes monstruos con que cuenta el patrimonio pradeño, nos marchamos confiando en que ésos dragones y ésas gárgolas, con su noble corazón de buenos monstruos, nos ayuden a ser cada día un poco mejores y más positivos.

Juan Durán

3 comentarios:

  1. ¡VAYA COLECCIÓN DE MONSTRUOS! NO CREÍA QUE HUBIESE TANTOS EN LA IGLESIA. EL ARTÍCULO ES MUY INTERESANTE Y LAS FOTOS ILUSTRAN MUY BIEN EL TEXTO. GRACIAS JUAN. CARLOTA.

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  2. JAJAJA, CARLOTA ¿QUÉ CREIAS, QUE ESTABAN TODOS FUERA, CIRCULANDO POR LAS CALLES? AHORA EN SERIO, EL ARTÍCULO ME HA GUSTADO MUCHÍSIMO. RADAMANTIS.

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