En éste artículo reseñamos la figura del que fue una de las personas más populares durante el pasado siglo en nuestro pueblo: D. Francisco María Felipe Rodríguez y Fernández-Vítora, conocido como el Sr. Paco, que fue organista y sacristán de la iglesia de Villa del Prado durante casi 70 años.
Nació en El Romeral (Toledo) el 19/5/1886, año en que nació el Rey Alfonso XIII, lo que posteriormente le eximió de hacer el servicio militar, ya que por una concesión real, se libraban los que eran de “la quinta” del monarca.
Aunque al nacer D. Francisco su familia vivía en Toledo; en la segunda mitad del siglo XIX, su padre había sido sacristán-organista en la parroquia de Villa del Prado, por lo que su familia ya conocía el pueblo. Pasados los años, a comienzos del siglo XX, se convoca una nueva plaza de sacristán-organista, de nuevo en Villa del Prado. Animado por su padre, Francisco se presenta para optar a ese puesto que, en aquella época, era un trabajo remunerado con dedicación plena; y requería estar bien preparado para tocar órganos de iglesia, ayudar en las Misas, etc. El Sr. Paco era persona idónea pues por tradición familiar estaba acostumbrado a manejar aquellos órganos barrocos que, por entonces, había en casi todos los pueblos de Castilla. Para conseguir la plaza de sacristán y organista tuvo que hacer primero unos exámenes, pues eran varios los que habían solicitado aquel puesto. Finalmente D. Francisco ganó la plaza, y comenzó su trabajo en 1907.
Desde entonces, además de ser organista, su trabajo consistió en atender todo lo relacionado con la Iglesia, ayudar a los sacerdotes en las Misas, y anotar en los libros parroquiales. Otra de sus tareas por la que es muy recordado, fue la de tocar las campanas, cuando éstas se tocaban a mano, tirando de cuerdas. Para ello siempre fue ayudado por varias generaciones de jóvenes del pueblo. En época del Sr. Paco, los toques de campanas tenían cada uno un ritmo, un repique y una melodía diferente para los diferentes acontecimientos. Todo ello había que hacerlo de forma manual y requería también cierto conocimiento y saber tocar bien las campanas
Tenía el Sr. Paco gran destreza en tocar el órgano y sabía usar con acierto los registros y sonidos adecuados para cada momento. Cuando se sentaba al teclado, era ayudado por los muchachos, que se encargaban de mover la palanca de alimentación de aire del fuelle para que pudiera sonar; si los chicos se demoraban y se quedaba sin aire, les avisaba delicadamente tocando la caja del órgano. En una ocasión un sacerdote jesuita que visitó Villa del Prado, alabó la manera de tocar del Sr. Paco, diciendo que le sorprendía escuchar “de qué manera le sacaba las voces al órgano”.
No eran desacertadas palabras, pues en el año 1945, el Sr. Paco opositó nada menos que para la importante plaza de organista del Monasterio de El Escorial, y sentado en la enorme consola eléctrica de cuatro teclados que maneja a distancia y al mismo tiempo los cuatro órganos de la basílica, obtuvo la plaza, pero debido a la delicada salud de su esposa, tuvo que renunciar y se quedó en Villa del Prado, donde continuó su labor de siempre.
Muchos recordarán el coro de cantoras de Villa del Prado en los años 50 y 60: Eulalia, Benigna, Petra, Lucía Pérez, Sergita, Elena… que dirigidas por el Sr. Paco asistían a los ensayos y cantos en las misas.
Otro de los trabajos del Sr. Paco en Villa del Prado fue el de director de la Banda de Música del pueblo. En los más remotos tiempos de su actividad como director de la banda, llegó incluso a dirigirla en una ocasión en que el Rey Alfonso XIII visitó Villa del Prado, al salir la banda de música a recibirle. Ya en los años 50 y 60 muchos pradeños también recordarán a la banda de música de entonces, que amenizaron todos los eventos que sucedieron en el pueblo en el transcurso del tiempo, cuando llegaba la Imagen de la Virgen de la Poveda, en las procesiones, en las Fiestas de San Antonio y de septiembre, etc.
Como compositor, D. francisco también tuvo actividad, componiendo diferentes pasodobles para bandas de música, y también música de zarzuelas; por lo que recibía derechos de autor. Incluso algunas de sus obras se han utilizado como música de fondo en alguna película española. Hoy en dia en Villa del Prado su composición musical más conocida, es un canto a la Virgen de la Poveda titulado “Reina del Cielo, Madre de Dios” que compuso en 1907. También adaptó a partitura el himno titulado “Canto del Corpus Christi”.
En el Ayuntamiento de Villa del Prado, trabajó durante muchos años, como Secretario del juzgado y Encargado del Registro. Sirva de anécdota de su carácter simpático y afable, que cuando los jóvenes iban a que les hiciera un certificado para poder entrar en “El Baile”, él se dejaba “engañar” con la edad que le decían para facilitarles el paso.
En el año 1969, por su larguísima trayectoria profesional, de más de 60 años de sacristán-organista, 54 de Director de la Banda municipal y 40 en el Ayuntamiento, fue condecorado por el Gobierno con la Medalla al Mérito en el Trabajo. La medalla la recibió de manos del Arzobispo de Madrid, Casimiro Morcillo, en una ceremonia celebrada dentro de la iglesia del pueblo, estando presentes las autoridades pradeñas, varios sacerdotes y todo el pueblo.
Comenzó su trabajo en 1907 siendo organista cuando en el pueblo solo se circulaba en mula y caballo, y terminó en 1970 cuando el hombre había pisado ya la Luna y conquistado el Espacio. Conoció el paso de 8 párrocos distintos, numerosos alcaldes, etc.etc.. y enseñó música a varias generaciones distintas. Fue el último sacristán-organista típico tradicional de los que había antes en todos los pueblos. En cuanto a su personalidad, todos coinciden en que fue un hombre de trato afable, que no hizo distinción entre las personas y con un sentido del humor agudo e inteligente, por lo que actualmente todavía se le sigue recordando con cariño.
D. Francisco Rodríguez Fernandez-Vítora falleció en 1975. Hacia el año 2000 se puso su nombre a una nueva calle en Villa del Prado.
Por Juan Durán. (Publicado en el libro de las fiestas patronales, del año 2012)
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