Situado al noreste del pueblo, Se encontraba un pequeño puente de un solo ojo que llevaba construído desde tiempo inmemorial. Tanto que la gente de Villa del Prado comenzó a decir por tradición que era un puente romano, aunque el profesor Alejandro Peris opina que es más bien un puente medieval muy viejo, quizá mas viejo que el propio pueblo; cosa que ocurriría en ambos casos. Le llamaban el Puente Canto, seguramente a causa de que estaba hecho de piedras irregulares. El puente servía para cruzar el arroyo de Los Parrales, cerca de la fuente de Picañejo y sobre él pasaba la antigua carretera ó camino que conducía a Navalcarnero y Madrid. Al hacerse la actual carretera hacia 1860, el puente quedó aislado, sirviendo únicamente como paso a tierras de labor. La estructura del puente constaba de impostas o jambas (laterales) hechas de sillares de granito y su relleno interior, de hormigón de cantos rodados. Su único ojo estaba formado por un amplio arco ojival y el paso superior, en forma de cuesta cuya cumbre era la piedra clave o central del arco. El puente carecía de barandillas o pretiles. Falto de cuidados, de mantenimiento y del interés necesario; se derrumbó tristemente en el año 1975. Actualmente solo quedan las jambas laterales, los arranques del arco; y las dovelas de dicho arco yacen en el fondo del arroyo.
Juan Durán
Foto antigua: Cortesía familia Corral, Foto actual, archivo del autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario