El Teniente Carlos Pesceto nació en Villa del Prado en 1918. Carlos Pesceto Sampedro era hijo del popular boticario D. Luis Pesceto, que tenía su farmacia en la Calle de la Sangre (hoy Reina Sofía), en el lugar donde actualmente hay un aparcamiento público de suelo de arena. Carlos fue un brillante estudiante en su niñez y juventud e inició los estudios de Medicina. En Madrid se encontraba estudiando cuando se acercaba al colegio interno de su primo menor, Mario Sampedro, actual bodeguero de Villa del Prado, para sacarle de paseo "Bajo mi responsabilidad me le llevo", decía con simpatía Carlos Pesceto a los profesores del colegio, a pesar de que la diferencia de edad entre los dos primos no era muy grande. Hoy día son muchos los recuerdos personales de D. Mario, verdadero depositario de la memoria de su primo Carlos.
Estalló la guerra civil de 1936 y alistado en el bando Nacional, partió a luchar donde las autoridades militares le reservasen un puesto. Fue aqui en la guerra cuando comenzó una breve ascensión militar del joven. Siendo Alférez inició un curso para ser teniente en Valladolid, destinado a universitarios y allí se encontró con un soldado también pradeño, el cual traía desde Lisboa camiones nuevos para el ejército. Cuando Carlos Pesceto vió a su paisano, rápidamente le dijo que no durmiese en los barracones militares, sino que se subiese con él al hotel donde donde el teniente se hospedaba durante el curso. Conocida fue también su generosidad en el frente, donde Carlos Pesceto recibía comida que le enviaba su padre, y Carlos la repartía abundantemente entre sus compañeros. Tras estar en Valladolid, Carlos Pesceto fue enviado al frente de Extremadura donde combatió en primera línea.
Los ecos de la Navidad aún se oían como disueltos en el aire, Esas Navidades en guerra, extrañas, agridulces... el canto de los soldados arropados por sus capas en el frente. Eran los primeros días de Enero de 1939 y el frío se había apoderado de toda España. Todo el mundo deseaba que acabase aquella guerra y en efecto, muchos sabían que sería cosa de poco tiempo la llegada del fin de la contienda; Pero desgraciadamente para algunos, ése pequeño espacio de tiempo no podría ser salvado. En el fragor de una batalla en el frente en la provincia de Badajoz, el Teniente Carlos Pesceto fallecía por heridas de guerra entre las brisas heladas de Enero. Su cuerpo quedó tendido entre dos fuegos, entre las trincheras de los dos bandos contendientes, y a sus compañeros les costó bastante recuperarlo. Tenía 20 años de edad.
Cuando la noticia de su muerte llegó a Villa del Prado, causó consternación la desaparición de éste gallardo, culto y simpático joven. Su desconsolado padre alquiló con enormes dificultades un automóvil hasta el lejano pueblo donde se encontraba el cuerpo de su hijo para traerlo hasta Villa del Prado. El cuerpo del teniente viajaba hacia su pueblo, envuelto en unas vendas grises y dentro de un féretro amarrado al techo de aquel automóvil.
Desde entonces, el cuerpo de Teniente Carlos Pesceto reposa para siempre en el cementerio de Villa del Prado, glorificando la tierra de éste pueblo. En el Cielo, un lucero más se encendió. Los amigos de Carlos Pesceto que quedan, ya con más de 80 años, son los únicos que hoy en día recuerdan aún la simpatía y valor de éste joven pradeño, las partidas a las cartas que jugaban en el pueblo siendo adolescentes y las conversaciones de aquellos tiempos. Y para los jóvenes del pueblo, fue un extraordiandrio ejemplo.
Tras la guerra, el ayuntamiento del pueblo decidió dedicar la calle del Cerro con el nuevo nombre del Teniente Carlos Pesceto, pero en 1998 ésta calle recuperó su nombre primitivo; En villadelprado.blogia.com no estamos en contra de que la antigua calle del Cerro haya recuperado su centenario nombre, PERO también creemos que aquel joven pradeño se merece seguir teniendo una calle dedicada en el pueblo, por lo cual desde ésta página web:
Se pide y sugiere al Excmo. Ayto. de Villa del Prado: LA DEDICACIÓN DE UNA CALLE DE LAS NUEVAS URBANIZACIONES que se están construyendo alrededor del casco urbano al TENIENTE CARLOS PESCETO.
Fotografías cortesía de D. Mario sampedro
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